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F - Folio1

Page history last edited by Juan Castañeira 14 years, 10 months ago

F

 

 

FALISMO o CULTO FALICO.  En la India el culto fálico alcanza su expresión más desarrollada que en otros pueblos primitivos, pero sin involucrar significaciones obscena. El culto a Shiva y el saktismo están saturados de el y el lingam y el yoni, emblemas de los órganos sexuales masculino y femenino se encuentran en todas partes.

 

Familia (Vida familiar):

 

Arjuna ilusionado por la vida familiar:

 

TEXTOS 24–25

 

Wk-da DaNauåÛMYa ivcrNa( Ma*GaYaa& vNae )

Ma*GaaNaNauGaTa" é[aNTa" +auiDaTaSTa*izTaae >a*XaMa( )) 24 ))

 

Jal/aXaYaMac+aa<a" Pa[ivveXa TaMaaé[MaMa( )

ddXaR MauiNaMaaSaqNa& XaaNTa& Maqil/Tal/aecNaMa( )) 25 ))

 

ekadä dhanur udyamya

vicaran mågayäà vane

mågän anugataù çräntaù

kñudhitas tåñito bhåçam

 

jaläçayam acakñäëaù

praviveça tam äçramam

dadarça munim äsénaà

çäntaà mélita-locanam

 

ekadä—una vez; dhanuù—arco y flechas; udyamya—tomando firmemente; vicaran—siguiendo; mågayäm—excursión de cacería; vane—en el bosque; mågän—venados; anugataù—mientras seguía; çräntaù—fatigado; kñudhitaù—hambriento; tåñitaù—estando sediento; bhåçam—sumamente; jala-äçayam—depósito de agua; acakñäëaù—mientras buscaba un; praviveça—entró en; tam—ese; äçramam—ermita de Çaméka Åñi; dadarça—vio; munim—el sabio; äsénam—sentado; çäntam—en absoluto silencio; mélita—cerrados; locanam—ojos.

 

TRADUCCIÓN

 

Una vez, mientras Mahäräja Parékñit se encontraba de cacería en el bosque con arco y flechas y perseguía a los venados, se sintió sumamente fatigado, hambriento y sediento. Mientras buscaba un depósito de agua, entró en la ermita del muy conocido Çaméka Åñi, y vio al sabio sentado en silencio con los ojos cerrados.

 

SIGNIFICADO

 

El Seïor Supremo es tan bondadoso con Sus devotos puros, que a su debido tiempo los llama para que vayan a El, y de ese modo crea una circunstancia auspiciosa para el devoto. Mahäräja Parékñit era un devoto  puro del Seïor, y no había ninguna razón para que se sintiera extremadamente fatigado, hambriento y sediento, porque el devoto del Seïor jamás se deja perturbar por esas exigencias del cuerpo. Pero por el deseo del Seïor, hasta un devoto de esa categoría puede que se sienta aparentemente fatigado y sediento, tan sólo para crear una situación que favorezca su renuncia a las actividades mundanas. Antes de uno poder ir de vuelta a Dios, tiene que abandonar todo el apego a las relaciones mundanas, el Seïor crea una situación que lleve a la indiferencia. El Seïor Supremo nunca olvida a Su devoto puro, aunque este se encuentre dedicado a supuestos asuntos mundanos.  A veces El crea una situación dificil, y el devoto se ve obligado a renunciar a todos los asuntos mundanos. El devoto puede entenderlo en virtud de la seïal que da el Seïor, pero otros lo toman como desfavorable y frustrante. Mahäräja Parékñit iba a convertirse en el medio a traves del cual el Seïor Çré Kåñëa iba a revelar El Çrémad-Bhägavatam, tal como su abuelo Arjuna lo había sido para El Bhagavad-gétä. Si, por la voluntad del Seïor, Arjuna no hubiera sido presa de una ilusión producto del afecto familiar, El Bhagavad-gétä no habría sido hablado por el propio Seïor en aras del bien de todos los interesados. De igual modo, si en ese entonces Mahäräja Parékñit no se hubiera sentido fatigado, hambriento y sediento, El Çrémad-Bhägavatam no habría sido hablado por Çréla Çukadeva Gosvämé, la principal autoridad de El Çrémad-Bhägavatam. Así que este es un preludio a las circunstancias bajo las cuales se habló El Çrémad-Bhägavatam para beneficio de todos los interesados. El preludio comienza, entonces, con las palabras, “una vez.” (S.B. 1, Cap. 18, V. 24-25, págs. 901-903).

 

La familia del devoto, bendecida//La familia, como fuerza social:

 

TEXT 35

 

AiPa Mae >aGavaNa( Pa[qTa" k*-Z<a" Paa<@uSauTaiPa[Ya" )

PaETa*ZvSaeYaPa[qTYaQa| TaÓae}aSYaatabaNDav" )) 35 ))

 

api me bhagavän prétaù

kåñëaù päëòu-suta-priyaù

paitå-ñvaseya-préty-arthaà

tad-gotrasyätta-bändhavaù

 

api—sin duda; me—a mí; bhagavän—la Personalidad de Dios; prétaù—complacido; kåñëaù—el Seïor; päëòu-suta—los hijos de Päëòu; priyaù—querido; paitå—en relación con el padre; svaseya—los hijos de la hermana; préti—satisfacción; artham—en lo referente a; tat—su; gotrasya—del descendiente; ätta—aceptó; bändhavaù—como amigo;.

 

TRADUCCIÓN

 

El Seïor Çré Kåñëa, la Personalidad de Dios, quien es muy querido por los hijos del Rey Päëòu, me ha aceptado como uno de esos parientes, sólo para complacer a Sus grandes primos y hermanos.

 

SIGNIFICADO

 

Un devoto puro y exclusivo del Seïor sirve los intereses de su familia con más destreza que los demás, los cuales están apegados a los ilusorios asuntos familiares. Por lo general, la gente está apegada a las cuestiones familiares, y todo el ímpetu económico de la sociedad humana se mueve bajo la influencia del afecto familiar. Esas personas engaïadas no tienen información alguna de que uno puede prestarle mejor servicio a la familia con volverse devoto del Seïor. El Seïor les brinda especial atención a los familiares y descendientes del devoto, ¡incluso aunque estos no sean devotos! Mahäräja Prahläda era un gran devoto del Seïor, pero su padre, Hiraëyakaçipu, era un gran ateo y un enemigo declarado del Seïor. Pero a pesar de todo eso, a Hiraëyakaçipu se le otorgó la salvación por el hecho de ser el padre de Prahläda. El Seïor es tan bondadoso, que les da plena protección a los familiares de Su devoto, y por eso el devoto no tiene que preocuparse por ellos, ni siquiera si los ha dejado con el fin de desempeïar servicio devocional. Mahäräja Yudhiñöhira y sus hermanos eran los hijos de Kunté, la tia paterna del Seïor Kåñëa, y Mahäräja Parékñit le atribuye el patrocinio que recibió del Seïor Kåñëa, a su condición de ser el único nieto de los grandes Päëòavas. (S.B. 1º, Cap. 19, V. 35, págs. 967-968).

 

TEXTO 2

 

Da]uv& TaTaae Mae k*-Tadevhel/Naad(

durTYaYa& VYaSaNa& NaaiTadqgaaRTa( )

TadSTau k-aMa& ùgaiNaZk*-TaaYa Mae

YaQaa Na ku-Yaa| PauNarevMaÖa )) 2 ))

 

dhruvaà tato me kåta-deva-helanäd

duratyayaà vyasanaà näti-dérghät

tad astu kämaà hy agha-niñkåtäya me

yathä na kuryäà punar evam addhä

 

dhruvam—con toda seguridad; tataù—por lo tanto; me—mi; kåta-deva-helanät—por desobedecer las órdenes del Seïor; duratyayam—muy dificil; vyasanam—calamidad; na—no; ati—muy; dérghät—lejos; tat—eso; astu—que ocurra; kämam—deseo sin reservas; hi—ciertamente; agha—pecados; niñkåtäya—para liberarse; me—mi; yathä—de modo que; na—nunca; kuryäm—lo hare; punaù—de nuevo; evam—como lo he hecho; addhä—directamente.

 

TRADUCCIÓN

 

 (El rey Parékñit pensó:) Por haber desatendido las disposiciones del Seïor Supremo, debo suponer sin duda que alguna dificultad me embargará en el futuro cercano. Ahora deseo sin reservas que la calamidad aparezca en este momento, pues de ese modo me liberare de la acción pecaminosa y no cometere de nuevo una ofensa de esa clase.

 

SIGNIFICADO

 

El Seïor Supremo estipula que a los brähmaëas y a las vacas se les debe dar plena protección. El propio Seïor está muy inclinado a hacerles el bien a los brähmaëas y a las vacas (go-brähmaëa-hitäya ca). Mahäräja Parékñit sabía todo eso, por lo cual concluyó que su acto de insultar a un brähmaëa poderoso iba a ser castigado sin duda por las leyes del Seïor, y suponía que algo muy difícil le iba a aparecer en un futuro muy cercano. El deseaba, pues, que la inminente calamidad recayera sobre el, y no en los miembros de su familia. El mal comportamiento personal que un hombre tenga, afecta a todos sus familiares. Por lo tanto, Mahäräja Parékñit deseaba que la calamidad recayera únicamente sobre el. Si el sufría personalmente evitaría futuros pecados, y al mismo tiempo el pecado que había cometido quedaría contrarrestado y sus descendientes no sufrirían. Esa es la manera en que piensa un devoto responsable. Los familiares del devoto tambien comparten los efectos del servicio que el le presta al Seïor. Mahäräja Prahläda, mediante su propio servicio devocional, salvó a su padre demonio. Tener un hijo devoto en la familia es el don o la bendición más grande que puede dar el Seïor. (S.B. 1º, Cap. 19, V. 2, págs. 930-931).

 

La familia degradada en el Kali-yuga:

 

TEXTO 20

 

PaadENYaURNa& XaaeciSa MaEk-Paad‚

MaaTMaaNa& va v*zlE/>aaeR+YaMaa<aMa( )

Aahae SauradqNa( ôTaYaj>aaGaaNa(

Pa[Jaa oTa iSvNMagavTYavzRiTa )) 20 ))

 

pädair nyünaà çocasi maika-pädam

ätmänaà vä våñalair bhokñyamäëam

äho surädén håta-yajïa-bhägän

prajä uta svin maghavaty avarñati

 

pädaiù—por tres patas; nyünam—menos; çocasi—si te estás lamentando por eso; —mi; eka-pädam—sólo una pata; ätmänam—el cuerpo de uno; —o; våñalaiù—por los consumidores de carne ilegales; bhokñyamäëam—ser explotada; ähoù—en el sacrificio; sura-ädén—los semidioses autorizados; håta-yajïa—despojados del sacrificio; bhägän—ración; prajäù—los seres vivientes; uta—creciente; svit—si; maghavati—con hambre y escasez; avarñati—por la falta de lluvia.

 

TRADUCCIÓN

 

He perdido tres patas, y ahora estoy parado en una sola. ¿Se está usted lamentando por el estado de mi existencia? ¿O será que está muy angustiada porque de ahora en adelante los consumidores de carne ilegales la van a explotar? ¿O quizás se encuentra usted en una situación lamentable, porque ahora los semidioses están privados de su ración de las ofrendas de los sacrificios, debido a que actualmente estos no se celebran? ¿O será que está usted afligida por los seres vivientes, a causa de los sufrimientos que a estos les infligen el hambre y la sequía?

 

SIGNIFICADO

 

Con el progreso de la era de Kali, cuatro cosas en particular van disminuyendo gradualmente, a saber: la duración de la vida, la misericordia, la capacidad de recordar y los principios morales y religiosos. Como Dharma, o los principios religiosos, se perderían en la proporción de tres es a cuatro, el toro simbólico estaba parado sólo sobre una pata. Cuando las tres cuartas partes de la población del mundo entero se vuelve irreligiosa, la situación se convierte en un infierno para los animales. En la era de Kali, las civilizaciones ateas crearán muchísimas sociedades supuestamente religiosas, en las que se desafiará directa o indirectamente a la Personalidad de Dios. Y, de ese modo, unas sociedades de hombres infieles harán que el mundo les resulte inhabitable a la sección más cuerda de la gente. Entre los seres humanos hay diferentes gradaciones, en proporción a la fe que tienen en la Suprema Personalidad de Dios. Los hombres fieles de primera clase son los Vaiñëavas y los brähmaëas, luego están los kñatriyas, luego los vaiçyas, luego los çüdras, luego los mlecchas, los yävanas y, por último, los caëòälas. La degradación de los instintos humanos comienza a partir de los mlecchas, y el estado de vida caëòäla es la última palabra en degradación humana. Todos los terminos antedichos que se mencionan en las Escrituras vedicas no son para ninguna comunidad o tipo de nacimiento en particular. Se trata de diferentes cualidades de los seres humanos en general. Esto no tiene nada que ver con un derecho de nacimiento o una comunidad. Uno puede adquirir las respectivas cualidades mediante sus propios esfuerzos, y, en consecuencia, el hijo de un vaiñëava puede convertirse en un mleccha, o el hijo de un caëòäla puede ser más que un brähmaëa, todo en función de su asociación e íntima relación con el Seïor Supremo.

 

A la gente que come carne, por lo general se la denomina mleccha. Pero no todos los que comen carne son mlecchas. Aquellos que comen carne en terminos de las disposiciones de las Escrituras no son mlecchas, pero los que lo hacen sin restricción sí reciben ese nombre. El comer carne de vaca se prohíbe en las Escrituras, y los seguidores de los Vedas les brindan una especial protección a los toros y a las vacas. Pero en la era de Kali, la gente va a explotar a su antojo el cuerpo del toro y de la vaca, con lo cual provocarán diversos tipos de sufrimientos.

 

La gente de esta epoca no ejecutará ningún sacrificio. A la población mleccha le importarán muy poco las celebraciones de sacrificios, aunque ello es esencial para las personas que están dedicadas al disfrute de los sentidos de un modo material. En El Bhagavad-gétä se recomienda enfáticamente la ejecución de sacrificios (Bg. 3.14-16).

 

A los seres vivientes los crea Brahmä, el creador, y para que el ser viviente creado se mantenga de un modo progresivo en la senda que va de vuelta a Dios, el tambien creó el sistema de ejecutar sacrificios. El sistema consiste en que los seres vivientes viven de la producción de granos y vegetales, y, por el hecho de comer esa clase de alimentos, obtienen el poder vital del cuerpo en la forma de sangre y semen, y con la sangre y el semen un ser viviente es capaz de crear a otros seres vivientes. Pero la producción de granos, pasto, etc., la hace posible la lluvia, y la ejecución de los sacrificios recomendados hace que esa lluvia caiga adecuadamente. Esos sacrificios los dirigen los ritos de los Vedas, es decir, El Säma, El Yajur, El Åg y El Atharva Veda. En El Manu-småti se indica que al dios del Sol se lo complace mediante los sacrificios que se ofrecen en el altar del fuego. Cuando el dios del Sol está complacido, el recoge el agua del mar debidamente, y de ese modo se forman suficientes nubes en el cielo y cae la lluvia. Despues de que caen suficientes lluvias, hay suficiente producción de granos para los hombres y para todos los animales, y eso hace que haya energía en el ser viviente para la actividad progresiva. Los mlecchas, sin embargo, hacen planes para instalar mataderos en los que se maten a los toros y las vacas junto con otros animales, creyendo que van a prosperar por el hecho de aumentar el número de fábricas, y que vivirán a base de comida de origen animal, sin preocuparse por la ejecución de sacrificios y la producción de granos. Pero ellos han de saber que incluso para los animales deben producir pastos y vegetales, pues de lo contrario los animales no pueden vivir. Y para producir pasto para los animales, requieren de suficiente lluvias. Por lo tanto, en fin de cuentas tienen que depender de la misericordia de semidioses tales como el dios del Sol, Indra y Candra, y a esos semidioses se les debe satisfacer mediante las ejecucciones de sacrificios.

 

Este mundo material es una clase de prisión, tal como lo hemos mencionado varias veces. Los semidioses son los sirvientes del Seïor que velan por el buen mantenimiento de la prisión. Estos semidioses quieren ver  que los seres vivientes rebeldes, que desean sobrevivir sin fe, vuelvan la atención gradualmente hacia el poder supremo del Seïor. Por eso en las Escrituras se recomienda el sistema de ofrecer sacrificios.

 

Los hombres materialistas quieren trabajar duro y disfrutar de resultados fruitivos en aras del disfrute de los sentidos. Debido a ello, cometen muchas clases de pecados a cada paso que dan en la vida. No obstante, aquellos que están dedicados conscientemente al servicio devocional del Seïor, son trascendentales a todas las variedades de pecados y virtudes. Sus actividades están exentas de la contaminación de las tres modalidades de la naturaleza material. Los devotos no tienen ninguna necesidad de realizar los sacrificios prescritos, porque la vida misma del devoto es un símbolo de sacrificio. Pero las personas que están dedicadas a las actividades fruitivas en aras del disfrute de los sentidos, deben ejecutar los sacrificios prescritos, porque ese es el único medio de liberarse de la reacción de todos los pecados cometidos por los ejecutores fruitivos. Los semidioses se complacen cuando se celebran esos sacrificios, de la misma manera en que los funcionarios de una prisión se satisfacen cuando los prisioneros se vuelven súbditos obedientes. Sin embargo, el Seïor Caitanya ha recomendado únicamente un yajïa, o sacrificio, llamado el saìkértana-yajïa, el canto de Hare Kåñëa, en el que todo el mundo puede participar. Así pues, tanto los devotos como los ejecutores fruitivos pueden obtener al mismo beneficio de las ejecuciones de saìkértana-yajïa. (S.B. 1º, Cap. 16, V. 20, págs. 806-808).

 

El Seïor salva a Parékñit de la vida familiar:

 

TEXTO 14

 

TaSYaEv Mae_gaSYa ParavreXaae

VYaaSa¢-ictaSYa Ga*heZv>aq+<aMa( )

iNaveRdMaUl/ae iÜJaXaaPaæPaae

Ya}a Pa[Sa¢-ae >aYaMaaéu Datae )) 14 ))

 

tasyaiva me ’ghasya parävareço

vyäsakta-cittasya gåheñv abhékñëam

nirveda-mülo dvija-çäpa-rüpo

yatra prasakto bhayam äçu dhatte

 

tasya—su; eva—ciertamente; me—mío; aghasya—del pecador; parä—trascendental; avara—mundano; éçaù—controlador, el Seïor Supremo; vyäsakta—apegado excesivamente; cittasya—de la mente; gåheñu—a los asuntos familiares; abhékñëam—siempre; nirveda-mülaù—la fuente del desapego; dvija-çäpa—maldición del brähmaëa; rüpaù—forma de; yatra—con lo cual; prasaktaù—aquel a quien lo afecta; bhayam—miedo; äçu—muy pronto; dhatte—ocurre.

 

TRADUCCIÓN

 

La Suprema Personalidad de Dios, el controlador tanto del mundo trascendental como del mundo terrenal, ha tenido a bien apoderarse de mí en la forma de la maldición de un brähmaëa. Como estoy demasiado apegado a la vida familiar, el Seïor, a fin de salvarme, ha aparecido ante mí de modo tal, que sólo por temor me desapegare del mundo.

 

SIGNIFICADO

 

Aunque Mahäräja Parékñit había nacido en una familia de grandes devotos, los Päëòavas, y aunque se lo había preparado firmemente en lo relativo al apego trascendental por relacionarse con el Seïor, aun así encontró que la atracción a la vida familiar mundana era tan fuerte, que tuvo que desapegarse por medio de un plan del Seïor. Esa clase de acción directa la toma el Seïor en el caso de un devoto especial. Mahäräja Parékñit pudo darse cuenta de ello con la presencia de los trascendentalistas más importantes del universo. El Seïor reside con Sus devotos, y, por ende, la presencia de los grandes santos indicaba la presencia del Seïor. Por lo tanto, el Rey recibió con beneplácito la presencia de los grandes åñis, tomándola como una seïal de la gracia del Seïor Supremo. (S.B. 1º, Cap. 19, V. 14, pág. 946).

 

Parékñit se retira de la vida familiar:

 

TEXTO 6

 

Yaa vE l/SaC^\qTaul/SaqiviMaé[‚

k*-Z<aax(iga]re<v>YaiDak-aMbuNae}aq )

PauNaaiTa l/aek-aNau>aYa}a SaeXaaNa(

k-STaa& Na SaeveTa MairZYaMaa<a" )) 6 ))

 

yä vai lasac-chré-tulasé-vimiçra-

kåñëäìghri-reëv-abhyadhikämbu-netré

punäti lokän ubhayatra seçän

kas täà na seveta mariñyamäëaù

 

—el río que; vai—siempre; lasat—flotando con; çré-tulasé—hoja de tulasé; vimiçra—mezclado; kåñëa-aìghri—los pies de loto del Seïor, Çré Kåñëa; reëu—polvo; abhyadhika—auspicioso; ambu—agua; netré—aquello que lleva; punäti—santifica; lokän—planetas; ubhayatra—tanto lo superior como lo inferior o por dentro y por fuera; sa-éçän—junto con el Seïor Çiva; kaù—quien más; täm—ese río; na—no; seveta—adora; mariñyamäëaù—alguien que va a morir de un momento a otro.

 

TRADUCCIÓN

 

El río (el Ganges, a orillas del cual el Rey se sentó a ayunar) lleva las más auspiciosas de todas las aguas, las cuales están mezcladas con el polvo de los pies de loto del Seïor y con hojas de tulasé. Por lo tanto, esa agua santifica los tres mundos por dentro y por fuera, e incluso santifica al Seïor Çiva y a otros semidioses. En consecuencia, todo el que este destinado a morir debe refugiarse en ese río.

 

SIGNIFICADO

 

Al Mahäräja Parékñit recibir la noticia de que moriría en el plazo de siete días, se retiró de inmediato de la vida familiar y se trasladó a la sagrada ribera del río Yamunä. Generalmente se dice que el Rey se refugió en la ribera del Ganges, pero según Çréla Jéva Gosvämé, el Rey se refugió en la ribera del Yamunä. La declaración de Çréla Jéva Gosvämé parece ser más acertada, debido a la situación geográfica del lugar. Mahäräja Parékñit residía en Hastinäpura, su capital, situada cerca de la actual Delhi, y el río Yamunä pasa por esa ciudad. Lo natural era que el Rey se refugiara en el río Yamunä, ya que ese pasaba por la puerta del palacio. Y en lo que concierne a la santidad, el río Yamunä está relacionado más directamente con el Seïor Kåñëa que el Ganges. El Seïor santificó el río Yamunä desde el comienzo de Sus trascendentales pasatiempos en el mundo. Mientras Vasudeva, el padre del Seïor Kåñëa, atravesaba el Yamunä con el Seïor Kåñëa de bebe en  busca de un lugar seguro en Gokula, en la ribera del río opuesta a Mathurä, el Seïor cayó al río, y este se santificó de inmediato con el  polvo de Sus pies de loto. Aquí se menciona especialmente que Mahäräja Parékñit se refugió en ese río en particular, el cual fluye hermosamente, llevando el polvo de los pies de loto del Seïor Kåñëa mezclado con hojas de tulasé. Los pies de loto del Seïor Kåñëa siempre  están adornados con las hojas de tulasé, y por eso en cuanto Sus pies  de loto se ponen en contactos con el agua del Ganges y el Yamunä, los  ríos se santifican al instante. El Seïor, sin embargo, estuvo más en  contacto con el río Yamunä que con el Ganges. De acuerdo con El Varäha  Puräëa, tal como lo cita Çréla Jéva Gosvämé, no hay diferencia entre el agua del Ganges y la del Yamunä, pero cuando el agua del Ganges se santifica cien veces, recibe el nombre de Yamunä. De modo similar, en las  Escrituras se dice que mil nombres de Viñëu son iguales a un nombre  de Räma, y tres nombres del Seïor Räma son iguales a un nombre de  Kåñëa. (S.B. 1º, Cap. 19, V. 6, págs. 936-937).

 

Apego a la vida familiar // La familia en contraste con la autorrealización// Familia ilusoria:

 

TEXTO 17

 

Wv& Ga*hezu Sa¢-aNaa& Pa[MataaNaa& TadqhYaa )

ATYa§-aMadivjaTa" k-al/" ParMaduSTar" )) 17 ))

 

evaà gåheñu saktänäà

pramattänäà tad-ehayä

atyakrämad avijïätaù

kälaù parama-dustaraù

 

evam—así pues; gåheñu—en los asuntos familiares; saktänäm—de personas que están demasiado apegadas; pramattänäm—apegadas de un modo descabellado; tat-éhayä—inmersas en esos pensamientos; atyakrämat—superó; avijñätaù—imperceptiblemente; kälaù—el tiempo eterno; parama—supremamente; dustaraù—insuperable.

 

TRADUCCIÓN

 

El tiempo eterno e insuperable se apodera imperceptiblemente de aquellos que están demasiado apegados a los asuntos familiares y que siempre están absortos en ellos.

 

SIGNIFICADO

 

“Ahora soy feliz; tengo todo en orden; tengo suficiente dinero en el banco; ahora puedo dejarles a mis hijos una buena fortuna; ahora he triunfado; los pobres sannyäsés  mendigos dependen de Dios, pero vienen a mí a pedirme limosna; por consiguiente, soy mejor que el Dios Supremo.” Estos son algunos de los pensamientos que envuelven al hombre casado que está descabelladamente apegado y que no ve el paso del tiempo eterno. La duración de nuestra vida está medida, y nadie es capaz de alargarla ni siquiera un segundo más del tiempo programado que ha dispuesto la voluntad suprema. Ese valioso tiempo, especialmente en el caso del ser humano, debe ser empleado de un modo cauteloso, porque ni un segundo que pase imperceptiblemente puede ser reemplazado, ni siquiera a cambio de miles de monedas de oro acumuladas con una ardua labor. Cada segundo de la vida humana tiene por objeto que se le busque una solución final a los problemas de la vida, es decir, a los reiterados nacimientos y muertes y a la rotación en el ciclo de una variedad de 8.400.000 especies de vida. El cuerpo material, que está sujeto al nacimiento y la muerte, a las enfermedades y a la vejez, es la causa de todos los sufrimientos del ser viviente, pues, por lo demás, el ser viviente es eterno: nunca nace ni tampoco muere alguna vez. Las personas necias olvidan este problema. Ellas no saben en absoluto cómo resolver los problemas de la vida, pero se enfrascan en asuntos familiares temporales, sin saber que el tiempo eterno está pasando imperceptiblemente y que la limitada duración de sus vidas está disminuyendo cada segundo, sin ninguna solución al problema mayor, es decir, a los nacimientos y muertes repetidos, a las enfermedades y a la vejez. Eso se denomina ilusión.

 

Pero esa ilusión no puede actuar en alguien que este despierto en el servicio devocional del Seïor. Yudhiñöhira Mahäräja y sus hermanos los Päëòavas estaban todos dedicados al servicio del Seïor Kåñëa, y tenían muy poca atracción por la felicidad ilusoria de este mundo material. Como hemos discutido con anterioridad, Mahäräja Yudhiñöhira estaba firmemente establecido en el servicio del Seïor Mukunda (el Seïor, quien puede conferir la salvación), y, por consiguiente, no sentía ninguna atracción ni siquiera por comodidades de la vida tales como las que hay disponibles en el reino del cielo, ya que incluso la felicidad que se obtiene en el planeta Brahmaloka es tambien temporal e ilusoria. Como el ser viviente es eterno, sólo puede ser feliz en la morada eterna del Reino de Dios (paravyoma), de la cual nadie regresa a esta región de reiterados nacimientos y muertes, enfermedades y vejez. De manera que, cualquier comodidad de la vida o cualquier felicidad material que no garantice una vida eterna, no es más que una ilusión para el eterno ser viviente. Aquel que de hecho entiende esto es erudito, y esa clase de persona erudita puede sacrificar cualquier cantidad de felicidad material, para alcanzar la meta deseada que se conoce como brahma-sukham, o la felicidad absoluta. Los verdaderos trascendentalistas están hambrientos de esa felicidad, y así como a un hombre hambriento no se le puede hacer feliz con todas las comodidades de la vida pero sin comida, así mismo al hombre hambriento de la felicidad absoluta y eterna no se le puede satisfacer con ninguna cantidad de felicidad material. Por lo tanto, las instrucción que se da en este verso no se le puede aplicar a Mahäräja Yudhiñöhira, ni a sus hermanos, ni a su madre. La instrucción era para personas como Dhåtaräñöra, por quien Vidura fue especialmente a impartir lecciones. (S.B. 1º, Cap. 13, V. 17, págs. 640-641).

 

TEXTO 24

 

AiGaniNaRSa*íae dtaê Garae daraê dUizTaa" )

ôTa& +ae}a& DaNa& Yaeza& TaÕtaErSaui>a" ik-YaTa( )) 24 ))

 

agnir nisåñöo dattaç ca

garo däräç ca düñitäù

håtaà kñetraà dhanaà yeñäà

tad-dattair asubhiù kiyat

 

agniù—fuego; nisåñöaù—enciende; dattaù—administrado; ca—y; garaù—veneno; däräù—esposa; ca—y; düñitäù—insultaste; håtam—usurpaste; kñetram—reino; dhanam—riqueza; yeñäm—de aquellos; tat—sus; dattaiù—dado por; asubhiù—subsistiendo; kiyat—es innecesario.

 

TRADUCCIÓN

 

No hay necesidad de llevar una vida degradada y subsistir de la caridad de aquellos a quienes trataste de matar por medio de incendio y el veneno. Tambien insultaste a una de sus esposas y usurpaste su reino y su riqueza.

 

SIGNIFICADO

 

El sistema de religioso varëäçrama aparta por completo una porción de la vida de uno, para que se emplee en la autorrealización y el logro de la salvación en la forma humana de vida. Esa es una división rutinaria de la vida, pero personas como Dhåtaräñöra, incluso a una edad avanzada y fatigosa, quieren quedarse en casa, aun en la condición degradada de tener que aceptar caridad de los enemigos. Vidura quiso seïalarle esto, y hacerle ver que era mejor morir como lo habían hechos sus hijos, que aceptar una caridad tan humillante. Hace cinco mil aïos había un solo Dhåtaräñöra, pero en los actuales momentos hay Dhåtaräñöras en todos los hogares. Los políticos, especialmente, no se retiran de las actividades políticas a menos que los arrastre la cruel mano de la muerte o que los mate algún elemento opositor. Que no se aferre a la vida familiar hasta el fin de su vida humana constituye el tipo más craso de degradación, y es absolutamente necesario que los Viduras eduquen a esos Dhåtaräñöras, incluso en la actualidad. (S.B. 1º, Cap. 13, V. 24, págs. 648-649).

 

TEXTO 26

 

GaTaSvaQaRiMaMa& deh& ivr¢-ae Mau¢-bNDaNa" )

AivjaTaGaiTaJaRùaTa( Sa vE Daqr odaôTa" )) 26 ))

 

gata-svärtham imaà dehaà

virakto mukta-bandhanaù

avijïäta-gatir jahyät

sa vai dhéra udähåtaù

 

gata-sva-artham—sin ser bien utilizado; imam—este; deham—cuerpo material; viraktaù—con indiferencia; mukta—estando liberado; bandhanaù—de toda obligación; avijñäta-gatiù—destino desconocido; jahyät—uno debe abandonar ese cuerpo; saù—semejante persona; vai—ciertamente; dhéraù—imperturbable; udähåtaù—se dice que lo es.

 

TRADUCCIÓN

 

Se llama imperturbable a aquel que va a un lugar remoto y desconocido, y que, libre de todas las obligaciones, abandona el cuerpo material cuando el mismo se ha vuelto inservible.

 

SIGNIFICADO

 

Narottama däsa Thäkura, un gran devoto y äcärya de la secta Gauéya Vaiñëava, ha cantado: “Mi Seïor, simplemente he desperdiciado mi vida. Habiendo obtenido el cuerpo humano, no me he preocupado por adorar a Su Seïoría, y, por ende, he ingerido veneno de buena gana.” En otras palabras, el cuerpo humano está especialmente hecho para cultivar conocimiento acerca del servicio devocional del Seïor, sin el cual la vida se llena de ansiedades y condiciones desgraciadas. Por consiguiente, a aquel que ha arruinado su vida por haberla privado del cultivo de esas actividades, se le aconseja irse de la casa y apartarse de amigos y familiares, y, libre así de todas las obligaciones para con la familia, la sociedad, el país, etc., abandonar el cuerpo en algún lugar desconocido, de modo que los demás no sepan dónde y cómo encontró la muerte. Dhéra significa “aquel que no se perturba ni siquiera cuando hay suficiente provocación.” Uno no puede abandonar la cómoda vida familiar, debido a la afectuosa relación que tiene con la esposa y los hijos. Ese desmedido afecto por la familia obstruye la autorrealización, y si alguien de algún modo logra olvidar dicha relación, se lo llama imperturbable, o dhéra. Ese es, sin embargo, el sendero de la renunciación basado en una vida frustrada, pero la estabilización de esa clase de renunciación se logra únicamente por medio de la relación con auteticos santos y almas autorrealizadas, mediante lo cual uno puede dedicarse al amoroso servicio devocional del Seïor. La sincera entrega a los pies de loto del Seïor se vuelve posible, si se despierta el sentido trascendental de servir. Esto se logra por medio de la relación con devotos puros del Seïor. Dhåtaräñöra era lo suficientemente afortunado como para tener un hermano cuya sola compañía era una fuente de liberación para su frustrada vida. (S.B. 1º, Cap. 13, V. 26, págs. 650-651).

 

 

 

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